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¡Cuidado con el Pitbull!


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Gary Medel se quedó afuera de la Copa América por decisión de Ricardo Gareca. El flamante refuerzo de Boca, que tiene una gran personalidad, fue un jugador clave para el bicampeonato de América.


No es casualidad de donde viene su apodo “Pitbull” y de dónde sacó su tan característica personalidad. Gary Medel se crió en una precaria vivienda de la comuna de Conchalí junto con 35 familiares y con apenas un baño para todos en aquella casa de sus abuelos. Ya con 9 años comenzó su camino en el fútbol en las inferiores de la Universidad Católica con el firme objetivo de salir adelante.

A pesar de todas las dificultades por las que tuvo que pasar uno de los integrantes de la generación dorada de la selección chilena, Medel siempre afirmó que fue feliz. “Fue una infancia dura, pero éramos felices. Verdaderamente tuve una infancia bella”, exclamó en una entrevista brindada al Bologna en su llegada al club.

Ya desde chico que era bravo dentro del campo de juego con un carácter muy marcado, que lo fueron llevando a ganarse el apodo que lo caracteriza. “Viene de cuando jugaba con 18 años en la Sub 20, que andaba peleando con todos dentro de la cancha. Por eso me llamó así un compañero, porque soy bravo dentro de la cancha”, contó el Pitbull en una entrevista en una gira con su país.

A codazos, logró ganarse su lugar en la Católica, donde debutó con 19 años, nada más y nada menos que en un clásico contra la U de Chile, jugando como lateral derecho. Y si hay algo que caracterizó la carrera de Medel fue su poli funcionamiento dentro de la cancha, tal como pasaba en la casa donde tenía que adaptarse a lo que había. Es decir que siempre se adaptó al esquema de juego de su equipo para terminar jugando de la posición que más sirva para el funcionamiento colectivo, que le permitió jugar como lateral derecho, centrocampista o zaguero central. Es más, con sus 171 centímetros de altura, logró ser el defensor central más bajo entre las 5 grandes ligas del mundo.

Por otro lado, como mencionamos anteriormente, el zaguero que se sumó recientemente a Boca, es uno de los jugadores más queridos en tierras andinas. Esto se debe a que obtuvo las únicas dos Copas América de toda la historia de Chile en 2015 y en 2016, que también son los únicos dos campeonatos ganados en toda su carrera, a pesar de haber jugado en la Universidad Católica, Boca Juniors, Sevilla, Cardiff, Inter de Milán, Besiktas, Bologna y Vasco da Gama.

La obtenida en 2015, Medel la lleva tatuada en su pantorrilla, cosa que marca la importancia que tuvo en su trayectoria. De manera individual, el Pitbull únicamente obtuvo el premio al mejor jugador del año chileno en 2008, aunque también tiene varias distinciones que lo ponen en el 11 ideal de distintos torneos disputados a lo largo de su carrera.

Por esto, cuando hoy se lo observa compitiendo en la élite del fútbol, no tenemos que olvidar por todo lo que tuvo que atravesar el Pitbull de Conchalí, quien además es un gran ejemplo de superación para todos aquellos que sueñan con ser jugadores profesionales y poder salir adelante.


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