Con su victoria ante Chile, Perú jugará su primera final desde 1975. Además, Paolo Guerrero se transformó en el máximo anotador activo de la Copa América con el gol que cerró la cuenta ante la Roja.
Por Lucas Agüero
El próximo domingo 7, en el estadio Maracaná, los dirigidos por Ricardo Gareca buscarán su tercera estrella en este torneo. En 1939 Perú llegó a la final contra Uruguay y ganó por 2-1 en Lima; luego en 1975 disputó la final frente a Colombia, en esta edición se dejó el sistema de todos contra todos y pasó a ser por zonas de grupos y la final se jugó ida y vuelta. En el primer encuentro, en Bogotá, los Cafeteros se impusieron por 1-0, la vuelta en Lima fue 2-0 a favor de los locales. Por lo tanto se necesitó de otro partido para definir y la sede fue Caracas: Venezuela; Perú ganó 1-0 y con gol del Cholo Sotil se consagró campeón.
Pasaron 44 años de ese acontecimiento. El escollo para el título será Brasil, que en las anteriores cuatro veces que fue campeón se coronó. La estadística no es favorable para los peruanos solamente ganaron en tres ocasiones por campeonatos continentales, tres fueron los empates y perdieron 12 veces. El último encuentro entre ambas selecciones fue en fase de grupos, en la Arena Corinthians de San Pablo: la Verdeamarela goleó 5-0 con goles de Carlos Casemiro, Roberto Firmino; Sousa Everton, Daniel Alves y Willian. Los peruanos prefieren recordar aquella gesta de 1975, cuando se enfrentaron por semifinales y Perú ganó 3-1 en Belo Horizonte, cayó en Lima por 2-0 y la moneda les dio el pase a la final.
La semi ante Chile dejó otro hito en los números de Perú. Paolo Guerrero, con el tanto que cerró el 3-0 ante la Roja, se convirtió en el máximo goleador activo del torneo, superando al chileno Hizo uno en Venezuela 2007, cinco en Argentina 2011, cuatro en Chile 2015, uno en EEE.UU. 2016 y lleva tres en Brasil 2019.Así superó al chileno Eduardo Vargas –quien totaliza 12 y a quien Pedro Gallese le tapó un penal–, aunque está lejos de los máximos anotadores de la historia: el argentino Norberto Méndez y el brasileño Zizinho, quienes convirtieron 17 en la década del 40.
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