El presidente del partido Principios y Valores criticó el gobierno de Javier Milei, y analizó el presente del movimiento peronista y el futuro político de Argentina.
Característico por sus controversiales frases como “Milei está chapita” o “Vamos a peronizar el mundo”, el ex secretario de Comercio del kirchnerismo dirige hoy su propio partido político. Aquel funcionario de métodos polémicos para negociar con empresarios, actualmente forma parte del programa Duro de Domar y protagoniza la sección “Deconstruyendo a Moreno” en el canal de streaming Gelatina. Con una larga historia de militancia peronista, se identifica como nacionalista de inclusión y aboga por el renacimiento industrial de Argentina.
-Se cumplen cuatro años del lanzamiento de Principios y Valores. ¿Qué balance tiene de este período en la que construyó un nuevo partido político?
-Estamos muy satisfechos con el partido constituido en la provincia de Buenos Aires, en la Ciudad, y está lanzado en 10 distritos más. Nuestra propuesta de la Patria para ofrecer al pueblo es clara: todo aquel que quiera trabajar debe tener trabajo. Y para eso hay que hacer la gesta y el camino de reindustrialización en la Argentina.
-En la carta que Cristina Kirchner publicó en octubre último sostiene que Argentina necesita definir un modelo económico, y menciona la dicotomía campo-industria. ¿Cree que el peronismo va a ir hacia esa discusión? ¿Estaría dispuesto a formar parte?
-No, la discusión nunca fue campo-industria, la discusión es pueblo-antipueblo. ¿Quién es el antipueblo? La oligarquía. Nosotros estamos ofertando a la Sociedad Rural que dejen de ser oligarcas y pasen a ser aristócratas. La diferencia central es que los oligarcas toman las decisiones de gobierno mirando su ombligo, y si sos aristócrata tomás las decisiones en función del bien común.
-El plan económico de gobierno de Principios y Valores comienza con la frase: “Una errada lectura del contexto mundial lleva a nuestro país a transitar por senderos equivocados”. ¿Cómo ve la lectura del escenario internacional del actual gobierno?
-Me parece que es mala. En el mundo están en apogeo los nacionalismos y nosotros tenemos de presidente a un globalizador. La contradicción en el mundo ya no es más izquierda-derecha, si es que alguna vez lo fue: es nacionalismo-globalización. Cuando todos van al nacionalismo, acá tenemos un globalizador extremo. Va navegando contra la corriente. Es una cosa ridícula lo que está pasando. Por eso el gobierno, dentro de la ley del orden, se tiene que terminar cuánto antes.
-¿Ve factible que el Congreso realice un juicio político al presidente Milei?
-Creo que el próximo presidente va a salir de la Asamblea Legislativa, y considero que el candidato que tiene el peronismo para ofertar es Miguel Ángel Pichetto.
-¿Qué tiene Pichetto que no tenga otro miembro de la Asamblea Legislativa?
-Considero que es un hombre de consenso y un hombre de Estado. No sé si todos los diputados son hombres de Estado, me da la sensación que no. Lleva muchos años transitando por el poder. Tiene relación con el Poder Judicial, con el Poder Legislativo. Quizá no tenga experiencia en el Poder Ejecutivo, pero eso lo va a aprender.
-¿Qué le pareció la ratificación del veto al financiamiento universitario por parte de la Cámara de Diputados?
-Ganó el gobierno con una victoria pírrica, porque eso es lo que construyó. Ellos han decidido que tienen que librar la batalla cultural en el marco de la universidad. Ellos dicen que la universidad es una cueva de zurdos y que entonces es un lugar de combate. La lucha la están dando presupuestariamente y están equivocados. Si el presidente quiere dar una discusión sobre los planes de estudio, tiene todo el derecho de darlo. Lo que no tiene es el derecho de utilizar un instrumento que las ahoga financieramente, eso está mal.
-El último 9 de octubre se cumplieron 129 años del nacimiento de Juan Domingo Perón. ¿Qué reflexión tiene sobre su figura y su vigencia?
-Perón siempre dijo que entre la sangre y el tiempo, elegía el tiempo. El tiempo fue pasando y hoy el mundo es decididamente favorable hacia los nacionalismos. Hay una discusión entre nacionalismo de inclusión o nacionalismo de exclusión, un nacionalismo que levanta puentes o un nacionalismo que levanta muros. Obviamente el peronismo es la doctrina del nacionalismo de inclusión. De brazos abiertos y de no puños cerrados. Me parece que hoy se están dando los vientos para explicitar que Perón tenía razón y eso es muy importante para nosotros.
-¿Alcanza con tener razón?
-En nuestro gobierno, cuando yo administraba el comercio me decían que “era volver al pasado”. Lo hizo Donald Trump y varios presidentes del mundo también. Parece que no éramos el pasado. Perón es el futuro. Somos el futuro y eso es extraordinario.
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