Un rugby no convencional, comienza a tomar fuerza en el deporte. El mixed-ability es el rugby adaptado para personas con discapacidad en el que, como estamos acostumbrados en el tradicional, también se juega con 15 jugadores de campo por equipo. Las personas con y sin discapacidad son parte del mismo equipo. Como mínimo en un equipo tiene que haber seis personas con discapacidad. Y otra particularidad de esta modalidad es que requiere de personas de apoyo (PDA) para que el juego sea más dinámico.
La modalidad de esta disciplina vino desde Irlanda. Una de sus diferencias con el convencional es que dentro de las llamadas formaciones fijas (scrum y line out) no se puede ir al contacto con el adversario dado que, en muchos casos, los rugbiers son chicos y chicas con síndrome de down, o en otros, son chicos que no pueden ser golpeados en ningún momento. La segunda es que solo pueden jugar mayores de quince años, dado que la persona con discapacidad luego de dicha edad y, cuando el rugby se empieza a jugar de manera federada o profesional, la persona con discapacidad queda excluida. Es ahí donde nace el Mixed-ability.
En primera persona…
El año pasado se jugó un partido amistoso entre el club Hurlingham Mixed ante Pivetes, apodo dado al equipo de veteranos del club Los Pinos. Está ubicado en la localidad de Del Viso y fue fundado en el año 1952.
A través de mi papá, me invitaron a ser parte de dicho encuentro. Allí pude jugar un tiempo para cada equipo y conocer más sobre este rugby no era tan promovido. Me destaqué más siendo parte de Hurling Mixed que de Pivetes. Esa situación se dio debido a que los de Del Viso eran, y lo siguen siendo, en su mayoría jugadores retirados del rugby convencional. Nací con una hemiparesia derecha. De chico, siempre me gustaron los deportes. Comencé alrededor de los 6 años a jugar al rugby convencional en el club Gimnasia de Pergamino, pero luego de un año no pude continuar realizando deportes por culpa de un ataque de epilepsia. Por eso, en aquel encuentro entre Hurling Mixed y Pivetes me sentí más cómodo jugando para el club del trébol. De hecho, Hurling fue uno de los pioneros en habilitar el rugby adaptado.
Previo al mundial de Francia 2023, volví al club y entrevisté a los jugadores, al staff y a dirigentes. Ellos dieron detalles más técnicos sobre el mixed-ability y qué les genera o motiva practicarlo. En casi todas las respuestas coincidieron en algo: encontraron un “segundo hogar” en el deporte porque el rugby une y enseña valores para la vida. Forma lazos de amistad que perduran y hace que quieras seguir perteneciendo.

El presidente de la institución, Gastón López Soler, manifestó: “Lo que generan estos chicos es inmenso. La verdad que venir todos los días y saber que están es un privilegio. La inclusión del mixed fue todo positivo. La realidad es que nosotros queríamos que al equipo de rugby se lo tome como uno más y no como un área”.
Juan Pablo, uno de los rugbiers con síndrome de down, contó: “Me gusta el rugby y tengo ganas de estudiar alguna carrera relacionada, por ejemplo, Periodismo Deportivo”. Además, añadió algunos detalles técnicos del rugby mixed-ability: “En el ruck el árbitro tiene la obligación de decir ‘techo’, que significa que no se puede cubrir al jugador que está por sacar la pelota de dicha formación y algo similar ocurre en el line. No se puede tacklear hasta que la pelota no esté en juego”.
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