Egresado de la carrera de locución en Eter, a los 27 años y hoy con unos 500 mil seguidores en instagram, se abrió camino en el mundo del espectáculo. Y no esquiva ninguna pregunta.
De chico jugaba al golf, pero siempre tuvo una gran pasión por la comunicación y los medios. “Mi clave siempre fue hacer”, asegura Martin Salwe, dejando en claro que la acción y la constancia fueron fundamentales. El locutor que estudió en ETER comenzó su carrera con un canal de YouTube de forma autogestiva y hoy es una referencia para algunos jóvenes que intentan crecer dentro de los medios de comunicación.
-Cuando viste el estudio de radio en ETER, supiste que ese era tu camino. ¿Qué recordás de aquella etapa en la que deseabas crecer en la industria del espectáculo?
-Buscaba hacer algo práctico, no iba a estar sentado en un aula convencional. Quería poner mi cuerpo y voz en la actividad y en el estudio. Comencé a grabar contenido para mi canal de Youtube y se lo mandé a 600 personas para buscar trabajo. Me contestaron solamente tres, pero no me puse mal. Tuve grandes docentes de medios a los que quería llegar, los miraba y pensaba: “Yo quiero ser como ellos”.
-Sos el locutor del Cantando 2024, pero antes pasaste por otros roles. ¿Cuál te dio más herramientas?
-Se trataron de experiencias distintas: fui notero de actualidad y de espectáculo, panelista, conductor, co-conductor, y hoy locutor. Me hizo aprender mucho el programa “Hay que ver”, de José María Listorti y Denise Dumas. Era un magazine y al poder hacer cualquier tipo de noticia, cubrí temas de política, deportes, actualidad y seguridad. En “Corte y confección”, un programa de moda, di los primeros pasos como locutor, y como era en vivo, no podía confundirme. Esa presión es la que hizo que hoy en día esté tranquilo a la hora de estar al aire.
-También trabajás en la obra “Sex”, que dirige José María Muscari, donde los protagonistas salen desnudos a escena. ¿Es un gran cambio?
-Jamás imaginé hacer teatro, no estaba en mis planes, ni lo proyecté, y menos del estilo de “Sex”. La vez que fui a verla, como espectador, dije: “Esto me gusta”. Y me metí en el rol que en ese momento llevaba el Tucu López. Eso para mi es lo más lindo, no me lo esperaba y llegó. Es una obra muy fuerte y distinta, hay que vivirla para poder explicarla.
-Tuviste un romance con Nenu Lopez, bailarina y actual participante de “El Cantando“. ¿Cómo se siente compartir espacio de trabajo con ella?
-No me repercute mucho. Compartí espacio de trabajo con mis parejas y actualmente aprendí a llevar las cosas de buena manera, por mi parte siempre habrá buena onda y respeto hacia ella, nunca va a suceder que no la salude o algo similar, no soy así.
-Fuiste finalista del reality “El hotel de los famosos”, donde recibiste bastante odio en redes sociales. ¿Un punto de inflexión en tu vida laboral?
-Me permitió ganar más popularidad y ser conocido, había gente que no sabía quién era. Al principio pensé que el odio por redes iba a afectar mi trabajo pero terminó siendo todo lo contrario, comenzaron a llamarme productores que vieron un potencial. “No hay publicidad negativa”, como dice la frase. Para estar en los medios la gente debe hablar de vos, ya sea bien o mal.
-¿Buscaste lograr el reconocimiento que tenés hoy en día?
-Aún no se si logré mucho. No siento la famosa frase “Mamá llegué”. Disfruto mucho y me gusta lo que hago, me siento joven todavía y soy consciente que hay un camino por delante, y mucho que conocer. Me identifico con la frase: “El camino se hace al andar”. Y eso me pasó con “Sex”, no era parte del camino, y andando apareció la propuesta y me encantó, pero para lo que yo sueño falta todavía.
-¿Y qué es eso que soñás?
-Mi sueño es conducir un gran formato de juegos en la televisión. Recién allí diré “Mamá llegué” o “Estoy muy bien”.
-¿Un consejo para aquellos que buscan crecer en los medios de comunicación?
-Apoyarse en las redes sociales, el que no las aprovecha, es un vago. Tenemos la posibilidad de hacer contenido de cualquier temática y llegar a las personas que queramos, obvio que requiere de constancia, responsabilidad, creatividad y mucho movimiento, pero las herramientas están. Tarde o temprano, eso da recompensa. Y después sentís mucho orgullo haber llegado por tu propio remo, porque nadie te dio un carajo ni te regaló nada. Yo estoy orgulloso de eso.
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