“En la calle a veces me llaman por mi verdadero nombre y no lo registro”, expresa con una leve sonrisa. Su nombre fue figura de niños y adultos entre los años 2006 y 2010. El “Campeón del pueblo” y el “Águila Rubia” son algunos de los apodos que los amantes de la lucha libre decidieron darle a Vicente Viloni, ganador de cuatro campeonatos en el programa de entretenimiento 100% Lucha, conducido por Leo Montero.
“Su vida es el rock and roll, la guitarra y su moto un estilo de vida. Que nadie se atreva a tocar todo eso. Llega el ídolo de todas las bandas de rock de la Argentina. Desde Villa Urquizaaa, el puntero del campeonato, el rockeroooo, Vicenteee Viiiloniiii”, con un poco de exageración en su relato Leo Montero anunciaba el ingreso del Águila Rubia.
“Aquí llega Viloni dispuesto a pelear, la moto y su viola son más que su mamá”, se escuchaba cada vez que Vicente ingresaba a los estudios de Telefe para una pelea. “Vibra, vibra, vibra el estudio estadio, vibra la moto de Vicente Viloni, su guitarra, su melena, su campera de cuero. ¡¡¡Ruge, ruge el león, rugeee Vicente Viloniii!!!”, relataba con locura Eduardo Husni. A su lado la irrepetible voz de Osvaldo Principi terminaba de cerrar la entrada del “Campeón del Pueblo”: “Aquí está el hijo de Villa Urquiza, 1,82 metros, 92 kilogramos y el ataque favorito, laaa palaaanca diapasón”.
Todos los espectadores eufóricos gritaban por él, los más jóvenes acercaban sus manos para que los saludara mientras su contrincante esperaba en el ring. La campera de cuero negra, su moto, la música de rock de fondo, el juego de luces y el estallido de humo en su entrada daban un color único al ambiente.
Era el ídolo, el campeón y por quienes los fanáticos de la lucha libre pagaban la entrada. Su imagen estaba en todo: posters, figuritas coleccionables, cartas y muñecos de acción. Su carrera estaba en auge y era una figura popular para la gente. Además su rivalidad con La Masa es la más recordada por los fans.
Después de 14 años alejado de las grandes pantallas y los reflectores, el rockero puede decir que lleva una vida mucho más tranquila y cerca de su familia. Sentado en una máquina del gimnasio de la Sociedad de Fomento del Barrio Uno, ubicada a pocos minutos del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, mientras se escucha a La renga de fondo y el ruido de mancuernas, pesas y otras máquinas, Viloni muestra su otra cara.
Vicente: Luchador, actor y ¿sodero?
En 2008, la profesión de actor llegó a su carrera. En ese año se estrenó “100% Lucha: la película, donde Vicente Viloni fue uno de los protagonistas. Pero eso no sería suficiente, en 2009 agregó otro papel en su segunda participación cinematográfica, 100% Lucha: el amo de los clones.
“Jamás fui actor, más bien fui un caradura que se anima a todo – afirma el campeón 14 años después- me preguntaron si me animaba y dije que sí. Si hay algo que disfruto hacer, lo hago”. Además asegura que la segunda película tuvo un rol fundamental para incorporar a su hermano, Alberto Fernandez, alias “El Primo”, al programa y al film. “Cuando hicimos la película de los clones necesitábamos a alguien parecido a mi para hacer las escenas de lucha y mi hermano es igual a mi”, recalca Vicente.
Pero antes de saltar al estrellato, el exparticipante de 100% Lucha pasó por varios rubros que nada tenían que ver con los rings. Norberto Adrian Fernandez, como marca su DNI, comenta que antes de empezar a entrenar y profesionalizarse en la lucha libre y el fisicoculturismo fue sodero.
Vicente trabajó 15 años en Soda Panizza, una fábrica de agua gasificada del barrio de Mataderos. “15 años” repite, mientras señala con su dedo al hacer memoria. También recordó que mezcló sus dos profesiones durante dos años, hasta que en 2008, debido a la filmación de la película decidió dedicarle mayor tiempo a lo que según él fue un “antes y un después” en su vida, la lucha libre.
“Llegó un momento que dije, sodero o luchador. Y me decidí por la lucha, porque me independicé y viví de lo que me gustaba”
Su pelea con McFloyd, casi una tragedia
Sin duda, Vicente Viloni a lo largo de los años en 100% Lucha estuvo acostumbrado a dar y recibir golpes. Ha tenido peleas con varios buenos luchadores. Pero sin duda, una de las más recordadas, tuvo un lado oscuro que se mantuvo tapado hasta finalizar el programa. En 2008 se enfrentó al escocés McFloyd, uno de los personajes más potentes que tuvo el reality. Corrían las semifinales, los dos combatientes se enfrentaban para saber quien avanzaba a la siguiente ronda. Sentado en uno de los escalones de su gimnasio, Viloni recuerda que salieron los dos a los pasillos de Telefe pegándose con todo lo que encontraban a su alrededor y lo relaciona con una pelea callejera. “Mcfloyd me tiró contra la puerta del ascensor de carga”, relata el Campeón del Pueblo.
Sin dudas, fue una de las peleas más recordadas por los fanáticos del programa, el “Águila Rubia” se animó a contar que el golpe de la caída fue tan fuerte que la reja se salió del riel, lo que provocó que caiga al pozo del ascensor. “Me sostuve con los brazos y quede colgado -narra el oriundo de Villa Martelli y agrega- McFloyd y los camarógrafos reaccionaron rápido y me ayudaron a salir, nadie llamó al ascensor sino no lo contaba. Esa fue la vez que estuve más cerca de la muerte”.
“¡Se están dando con todo y no hay lugar, no alcanza el estudio estadio, se están dando por todo el canal!”, gritaba Eduardo Husni mientras el rockero y el escocés, rodeado de guardias y camarógrafos se repartían golpe por golpe. “¡Durísimo mis amigos, esto es palo por palo! -narraba Osvaldo Principi– ahora rompe McFloyd, ahora rompe Viloni”.
¿Qué pasó después de 100% Lucha?
El 5 de diciembre de 2010 el programa le dijo ‘adiós’ a la televisión. Hoy, con 53 años y desde su gimnasio, ubicado en Barrio Uno de Ezeiza, Vicente cuenta que los shows empezaron a bajar y dejaron de ser constantes. “Si luchás una vez por mes no podés vivir”, asegura mientras manifiesta que necesitaba buscarse trabajo. “Decidí invertir en un negocio en el que esté conectado con los chicos”, recuerda y agrega que él tenía un amigo peluquero sin trabajo, que lo llevó a abrir una peluquería infantil. Con imágenes suyas, su nombre y su figura, los niños que iban a cortarse el pelo podían aprovechar para sacarse fotos con su ídolo. La nave mágica fue el nombre que adquirió el lugar y que funcionó hasta mediados de 2020 cuando el mundo se vio azotado por el COVID-19.
“Cuando vino la pandemia me fue imposible sostener el alquiler en el barrio de Villa Devoto, era carísimo”, resalta mientras adelanta que en paralelo ya venía con la idea de armar el gimnasio con su hermano, “El Primo”.
Hoy lucha cada tanto en eventos e instruye en el gimnasio, donde demuestra que hace lo que le gusta por más alejado de las pantallas que esté. Los grandes y niños lo escuchan, aprenden y entrenan. Una niña agarra una pesa, él le enseña como acostarse en la camilla, qué tan derecha tiene que estar y como tiene que levantar el peso sin que se lastime. Su rostro es el de una persona tranquila, que le gusta enseñar y que los demás puedan hacer lo que a él le gusta.
Vuelve a acomodarse después de dar algunas indicaciones y cuenta cómo es su día a día. “Me gustan mucho las pesca -dice mientras saluda a quienes entran al gimnasio- a veces agarro el auto o la moto y me voy a pescar con amigos o mi familia”. El campeón admite que tiene un hobbie con los peces. “A veces voy a la feria a comprar alguno que me guste”, termina de remarcar. Además, las salidas al campo y las cenas con sus amistades lo hacen salir de la rutina.
Hoy Viloni puede decir que gracias a la lucha libre, la vida y el gimnasio hizo nuevos amigos. Allí conoció bastante gente con la que hoy comparte un vínculo y puede decir que lo invitan a cenar a sus hogares como uno más del grupo.
Un día como cualquiera
A las cinco de la mañana se levanta para desayunar. Tiene veinte minutos desde su casa al trabajo, aprovecha esa hora para viajar porque es tranquilo y no hay nadie. El entrenamiento nunca salió de su agenda ni de su rutina. Apenas llega usa esos momentos en soledad para ejercitarse hasta las ocho de la mañana que debe abrir el gimnasio. Luego de la apertura, atiende a quienes asisten hasta las 15:30 PM. A esa hora, intercambia el puesto con Sebastián, uno de sus hijos, y aprovechan para almorzar juntos.
Al ser un rubro donde constantemente entra y sale gente nueva, no todo el mundo conoce o sabe que quien los va a guiar con los ejercicios es uno de los personajes más destacados de 100% Lucha. “A veces te miran y te miran, pero no se animan a preguntarte -cuenta el campeón- mientras que otros ya te conocen y vienen directamente para que yo los entrene”, termina de agregar.
A la tarde llega una mujer con su hija Nina, que no supera los 10 años de edad. Vicente da indicaciones a la madre sobre la rutina que debía hacer, mientras se dirige a la niña para mostrarle y enseñarle cómo posicionarse para entrenar. Nina se acuesta en la camilla, él le ofrece una barra sin las pesas en los bordes para que pueda levantarla con facilidad y no se lastime. Entre algunos errores el “Águila Rubia” le advierte entre risas y con una voz relajada cómo hacer el trabajo. Él se posiciona frente a ella para corregirla y después de un rato de indicaciones, la niña puede seguir con su entrenamiento sola mientras de lejos la mira y la guía.
“Mucha gente viene y me dice que no puede creer que los esté entrenando yo”
Sebastian y Daiana
Sebastián Fernández, hijo de Viloni, adquirió el amor de su padre por el entrenamiento y la lucha. A las tres de la tarde llega para poder darle una mano en el gimnasio y también ejercitarse.
“A Sebastián le gustaría luchar -dice el ex 100% Lucha- si aparece algo formal como el programa se anota”. Al mezclar las peleas con la tarea de ser padre, Vicente recalca que es muy importante el cuidado del cuerpo ya que un paso en falso o una fractura puede dejarte sin trabajar por unos meses.
El hijo del Campeón del Pueblo cuenta que él era muy chiquito cuando vivió el auge y la mayor fama de su padre. Sebastián tenía 4 años cuando Vicente Viloni era la figura e ídolo de todos los jóvenes y grandes de esa generación. Pero no solo era su hijo sino también su fan. “Era chico pero recuerdo que los fines de semana prendía la tele para ver el programa y otras veces lo iba a ver”, dice Sebastián. Entre algunos recuerdos y charlas manifiesta que el último show que pudo presenciar en vivo de su padre se celebró en el Estadio Luna Park.
¿Puede el hijo de Vicente Viloni subirse al cuadrilátero? Sebastián Fernández fue tajante al responder que él lo ve posible en cuanto salga algo formal como lo fue el programa. “Si sale algo como 100% Lucha, cuenten conmigo”, responde mientras agrega como un chiste: “En una dimensión paralela me veo haciendo el vuelo del “Águila Rubia”.
Daiana Fernandez, al igual que su hermano menor, siguió el camino de los fierros como su padre pero con la diferencia que también heredó la cabellera rubia. Se dedica al fisicoculturismo en la categoría Wellness IFBB. “Toda mi vida me crié entre gimnasios y torneos. Desde chiquita me encantó este deporte y mi familia tuvo mucho que ver en que heredará la pasión”, declaró hace un tiempo la hija mayor de Vicente en una entrevista gráfica.
“Salió campeona Argentina y compitió fuera”, responde enorgullecido de los logros de sus hijos Vicente. Sabe que dio todo de sí para que ellos sigan sus pasos y hagan lo que a él tanto le apasiona. “Siguieron mi camino, yo empecé con el fisicoculturismo”, concluye.
“Mis hijos son mis ojos”
“Ahora hacé dos series más y terminamos por hoy”, le indica a una mujer antes de culminar su rutina. Se mantiene todo el tiempo atento a escuchar y ayudar a quienes se acercan a él en el gimnasio. Mientras se escucha rock, característico de él y su personaje en el programa, revolea su pelo hacia abajo y luego hacia arriba para acomodarlo. “Le pedimos varias veces que se lo corte, pero él jamás va a permitirlo”, aclara su hijo menor.
Sin duda, Vicente Viloni vivió y vive para hacer lo que le gusta y está rodeado de gente que lo quiere y lo respeta por quien fue y es. Hoy, fuera de las pantallas televisivas, sigue con el recuerdo del programa que fue furor. En sus redes sociales sube a sus historias videos de 100% Lucha, batallas en las que participó y memes que sus fanáticos hacen para él. Se muestra cómo es y se muestra orgulloso de ser el “Águila Rubia”. Hoy brinda entrevistas y rememora que el programa fue un antes y un después.
“No da más La Masa, mira hacia el cielo Viloni -narraba Husni, mientras Vicente se sube a la tercera cuerda abierto de brazos- se viene el vuelo del “Aguila Rubiaaa”. Vicente cayó sobre el costarricense, el referee inicia la cuenta y “unooo, dooos y treees, Viloni campeooon!!!”
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