Este 2024 es atravesado por una confrontación entre la instituciones más importantes del país para ver quién queda con más poderío.
En las últimas semanas la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC) hizo oficial la incorporación de más categorías y federaciones que en su momento recibían la fiscalización del Automóvil Club Argentino (ACA). Esto indica que la batalla por el poderío del automovilismo deportivo nacional sigue confrontado por estas dos instituciones. ¿Cómo será el futuro de este deporte en nuestro país?
Los conflictos dentro del mundo motor no son una novedad. En 1979, la Comisión Argentina de Automovilismo Deportivo (CADAD) estuvo en una pelea contra el ACA por ver quién fiscalizaría el Turismo Carretera. Dentro de ese marco, la ACTC, una asociación que nació en 1960 para representar a los pilotos de TC, apareció para tomar el poder de la categoría –algo que hace hasta la actualidad-. O en 2001, cuando el presidente Juan Carlos Deambrosi, de la con edificio en el porteño barrio de Caballito, renunció a su cargo por las diferencias que mantenían con la ubicada en Avenida Del Libertador 1850. Son algunos de los casos de las diferentes crisis.
Hace dos semanas, la institución presidida por Hugo Mazzacane, en una conferencia de prensa en la sede, Bogotá 166, oficializó la vinculación siete federaciones zonales. Si se suma las categorías que se incorporaron, son 128 que ya no pertenecen al ACA. Esta disputa por el poder entre las dos entidades más grande del país resulta absurda. Porque el automovilismo no está en crisis -si se saca la disputa por ver quién ocupa más terreno que el otro-, pero sí es cierto que los dirigentes de varias especialidades ratifican que sus categorías tiene aristas por mejorar. Aquí tienen que hacer foco tanto el ACA como la ACTC, en vez de pisarse la cabeza entre sí. La primera, que ve cómo se queda con menos poder, pero para contrarrestar les impone a los pilotos que es la única reconocida por la Federación Internacional del Automóvil (FIA) y, por lo tanto, no les entregarán las licencias para competir a nivel internacional por no formar parte de categorías fiscalizadas por ellos. Mientras que la segunda, se expande y les obliga a los corredores sólo participar en competiciones que pertenezcan a éstos. Un ejemplo que se dio hace poco es el caso de Luis José Di Palma. Josito había recibido un llamado de un equipo de TC para manejar un auto que estaba vacante. El piloto de Arrecifes podía retornar a la Máxima, pero con la condición de dejar el Top Race (competencia de la CDA del ACA) para así obtener el pase para correr en Turismo Carretera. En fin… no se pusieron de acuerdo y el piloto del Octanos Competición sigue como había arrancado la temporada. Los más afectados son los corredores. Están en medio de dos grandes trincheras. Es inaudito que no se les permita correr, por algo se dedican a eso. Pero… cerrarles las puertas con el simple hecho que hacen carreras en una categoría X que recibe las fiscalización de la asociación contraria. Los pilotos la pasan bien arriba de los autos; hay que permitir que estén activos.
La lucha del ACA contra la ACTC comenzó a finales de 2023, cuando se conocieron las salidas del Turismo Nacional -dirigida por la Asociación de Pilotos Turismo Nacional (APAT)- y el Turismo Pista -a cargo de la Asociación de Pilotos del Turismo Pista (APTP)-, dos categorías que recibían la supervisión de la Comisión Deportiva Automovilística (CDA) de la casa madre del automovilismo argentino. A principios de año, equipos de la Fórmula Nacional se desvincularon de la categoría y pasaron a al barrio de Caballito. A los pocos días, la ACTC lanzaba un comunicado que aprobaba la creación de la Fórmula 2 Argentina, un campeonato en el que estaban los ex equipos que cerraron el campeonato 2023 dentro del ACA.
Para redondear, es muy difícil saber hasta dónde se extenderá esta “rivalidad”, quizá la solución podría ser que ambas entidades se reúnan para consensuar algún bien, pero no entre ellos, sino para los protagonistas de este deporte: los pilotos. Con la idea de llegar a un acuerdo para que los corredores no tengan trabas para ingresar o volver a una categoría. ¿Llegará un pacto pacífico entre la ACTC y el ACA?
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