El bailarín, autor y mentor de nuevas técnicas de expresión teatral habló con Eter Digital sobre su vida artística.
Amir Thaleb es un bailarín internacional de danzas con una extensa trayectoria, maestro de la Arabian Dance School, autor del libro “La milenaria danza del vientre”. También participó del festival Raqia Hassan en Egipto y llevó su arte a gran parte del mundo. El hombre que se luce en los escenarios con profesionalismo y delicadeza, responde a las preguntas de Eter Digital.
-¿Cómo arrancó tu camino con las danzas árabes?
-Vengo de familia árabe, así que todo lo que era música y danza estaba presente en las reuniones y de chico me despertó una pasión muy especial.
-Siempre hubo mucho prejuicio con el hecho de que los hombres bailen ciertas danzas. ¿Cómo influyó eso en tus inicios?
-Durante mi juventud el prejuicio estaba en todo lo que se saliera de “los mandatos estándares”, pero me sobra carácter, nunca supieron doblegarme y luché por mis propios sueños.
-El Amir que apenas iniciaba en este mundo del bellydance, ¿sabía que podía alcanzar esta fama y respeto?
-No, era imposible porque en la juventud estás atado a la pasión y el objetivo de poder hacer lo que te gusta. Ni siquiera pensaba en un futuro ni si me iba a volver famoso, era satisfacer esa pasión, todo lo demás vino como consecuencia de los años de trabajo y la dedicación.
-¿Qué opinas de las fusiones que fueron surgiendo dentro de esta danza?
-El arte siempre se va a ir adaptando a los cambios sociales, pasa que cuando se pierde la esencia en la disciplina se pierde la raíz y la brújula. Por eso hay fusiones muy bien logradas llevadas a un lenguaje más moderno y otras que pasan a ser confusiones y contaminaciones.
¿Podrías contar algo sobre tu libro “La milenaria danza del vientre”?
-Habla de mis primeras experimentaciones de lo que hoy profundizo que es el inside de la danza oriental, que pasa emocionalmente con las personas que practican esto. Cómo abordarse emocionalmente para mejorar una expresión, con explicaciones de los significados de la danza, los ritmos y los significados de los movimientos. Terminó teniendo tanto éxito que se vendió en otros países.
-¿Qué consejo le darías a aquellos bailarines que buscan seguir tus pasos?
-Podría dar sugerencias, como que hay que permitirse ser uno mismo, no de lo que creés que tenés qué, sino que desde lo más genuino de tu ser abrirle la puerta y dejarte descubrir. Siempre digo que hicieron historia aquellos que se atrevieron a ser diferentes.
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