El objetivo de Jorge Vilda está en sintonía con la presión en la que se mueve un grupo de futbolistas que acumula 24 partidos sin perder en su país. A pocos días del Mundial, lo que sobra es la confianza y la satisfacción como si los problemas internos no existieran.
La selección de fútbol de España competirá en el grupo C con Costa Rica, Zambia y Japón en la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023, que se disputará entre el 20 de julio y el 20 de agosto en Australia y Nueva Zelanda. La Roja está dentro de las candidatas al título que pueda coronar a esta extraordinaria generación de futbolistas.
Antecedentes le sobran para lograr el trofeo más deseado, son las actuales campeonas del mundo sub-20, de Europa sub-19, subcampeonas de Europa sub-17 y campeonas del torneo de desarrollo sub-16. En su preparación final acaba de derrotar con solvencia a Noruega (número 12 del mundo) por 4-2 y China (13° en el ranking) por 3-0. Situada en el puesto 7, España acumula 24 partidos sin conocer la derrota.
El gran factor en contra de cómo llegan a este Mundial, es la ausencia de las 15 jugadoras que renunciaron por no estar de acuerdo con la continuidad del entrenador, Jorge Vilda, porque su ciclo estaba terminado. Además, criticaron al mismo por su exceso de control y vigilancia extrema. Este es un verdadero obstáculo que presentan porque la calidad de las internacionales es incuestionable. Pero los partidos previos demostraron que se puede jugar muy bien y sortear esa dificultad.
El técnico ha tenido el apoyo de la Real Federación Española de Fútbol y eso produjo la dimisión de las siguientes participantes: Ainhoa Vicente, Patri Guijarro, Sandra Paños, Amaiur Sarriegi, Leila Ouahabi, Lucía García, Mapi León, Ona Batlle, Laia Aleixandri, Claudia Pina, Aitana Bonmatí, Mariona Caldentey, Lola Gallardo, Nerea Eizagirre y Andrea Pereira.
Todo podría cambiar en función de lo que pase con Alexia Putellas, que volvió hace unas semanas de su larga lesión de diez meses sin jugar. La mejor del mundo, actual Balón de Oro confirmó su presencia y si finalmente llega en buena forma, España tendrá más cerca la posibilidad de lograr su gran anhelo en Australia y Nueva Zelanda. La número uno del mundo se solidarizó con el reclamo de sus compañeras, pero sin renunciar.
“No somos rebeldes, no creo que haya que poner adjetivos de este tipo. Es un problema entre las jugadoras y la Federación. Se han filtrado conversaciones privadas y esta situación no beneficia a nadie”, comentó Putellas en una entrevista con Bein Sports de Francia.
“Verte de nuevo entrenando con balón ha sido un regalo de cumpleaños para todos. Hoy soplas las velas un poco más cerca de tu objetivo. Feliz cumpleaños, Alexia Putellas, que los 29 sean maravillosos”, escribieron desde la Federación a la futbolista de Mollet en sus redes sociales.
Más allá del regreso de Putellas, está el caso de Irene Paredes, integrante del Barca y capitana de España hasta antes del conflicto. Ella no está entre las 15 que renunciaron oficialmente. Jamás mandó los famosos correos electrónicos, y lo hace en el momento más relevante de todos: esta es la última lista antes del Mundial. La inclusión de Paredes anima a pensar que las próximas semanas serán claves para que ella negocie con el entrenador la vuelta de sus 15 compañeras, la inmensa mayoría juega también en el Barca, el campeón de Europa.
Al ser consultado el entrenador en rueda de prensa manifestó: “No depende de mí. Estamos abiertos al diálogo (…) Las cosas que no puedo controlar, no me preocupan. Me centro en convocar a las mejores, hacer mi equipo y tirar para adelante”. Además, destacó que “si fuera mañana el Mundial, me iba con estas jugadoras”.
A La Roja le ha tocado un grupo muy accesible, con rivales como Costa Rica, Zambia y Japón no están a la altura de este candidato al título. A pesar de los inconvenientes, esta selección cuenta con todo el potencial para dar el grito de campeón.
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