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Florencia Kilp: “El intérprete es el puente entre el que habla y el que escucha”


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Creadora del método “Destrabá tu inglés” y fundadora de Let’s Talk – Idiomas prácticos. Conocé sobre el trabajo de una intérprete de idiomas y las dificultades de este.


Una adolescente de 15 años llega a Italia con su abuela, sin saber el idioma del país. Su abuela le hace de traductora todo el tiempo pero ella no se siente cómoda y decide que el idioma no iba a ser un impedimento en su vida. También decide que iba a esforzarse para aprenderlo y a usarlo para ayudar a otros con un método basado en la práctica y oralidad. 

Ella es Florencia Kilp, intérprete, traductora y fundadora de Let’s Talk- Idiomas prácticos. Relajada, con un mate entre las manos comenzó a contar su experiencia y el camino recorrido que la trajo hasta aquí.

–¿Cómo empezaste a trabajar con el inglés?

–Viví siete años en Estados Unidos, y cuando volví me puse una imprenta con un socio. Estuvimos siete años con el negocio, pero lo vendí y él se quedó con la empresa. Ahí es cuando tuve que reiniciar. Hasta ese momento nunca había trabajado con el inglés. Empecé a dar clases, ya que siempre fue parte de mi vida porque lo estudié de chica y por los años que había vivido allá. 

Fui consiguiendo diferentes trabajos, por ejemplo, tenía un alumno que trabajaba en una empresa multinacional y tenían que hacer una página web. Es así que trabajé en el proyecto siendo la intérprete de la diseñadora porque ella no hablaba inglés. 

También, cuando vino un grupo de Estados Unidos les hice de intérprete. Luego, tuve otra alumna que tenía un centro de estética que iba también para allá, compraba cursos y yo le hacía la traducción de todo.

–¿Qué dificultades tenés trabajando como intérprete?

–Hay distintos tipos de interpretación. Algunas son más difíciles y otras menos. Por ejemplo, hacer un Zoom con un alumno con los de India quizá es fácil; pero me ha tocado hacer de intérprete in situ en una conferencia. Eso por ahí requiere más práctica y, además, porque sabés que lo que dice el conferenciante lo tiene que entender el público. Eso depende de vos. 

–Para vos, ¿qué significa ser intérprete?

–Para mí es la posibilidad de comunicarte con otros, eso es lo hermoso de los idiomas. La posibilidad de conectar con otras personas. Entonces, cuando sos intérprete sos el puente entre el que habla y el que escucha. No es solo traducir, es cómo traducís, es la empatía que ponés, la emoción al hablar… porque al fin y al cabo los que te entienden, te entiende a vos, no al que habla. Es un rol muy importante el del intérprete. 

–¿Cuál sería la diferencia entre ser traductor e intérprete?

–Creo que el traductor también tiene una responsabilidad, que es traducir contenidos para que la persona que está del otro lado pueda leer con claridad, pero el intérprete tiene más que ver con la oralidad, con lo que pasa en el momento, con las emociones de la persona, la energía del grupo, y me parece mucho más difícil porque hay muchas más cosas en juego. 

–¿Considerás que hay que tener diferente conocimiento del idioma para ser intérprete o traductor?

–Para mí no tiene que ver con las habilidades duras, o sea, tenés que hablar con inglés perfecto tanto para traducir como para interpretar pero considero que tiene que ver más con las habilidades blandas: con la empatía, el tono de voz, la amabilidad con la que hablás. 

Es un trabajo muy estresante y requiere mucha práctica porque, por ejemplo, cuando vas a convenciones y hablan de temas técnicos tenés a varios intérpretes atrás traduciendo y tenés que tener una gran habilidad para traducir en el momento esas cuestiones. Pero, más allá de la práctica que adquirís, creo que hay un montón de habilidades blandas que necesitás como intérprete que no necesitas como traductor.

–¿Pensás que las nuevas tecnologías, como la IA, va a poner en “peligro” el trabajo de los intérpretes o traductores?

–Creo que en general uno puede usar un montón de apps que te ayudan, pero siempre vas a necesitar de otro ser humano que lo controle. Es decir, al profesor lo necesitás, al traductor también para corroborar que la traducción esté bien hecha y necesitás a un ser humano que haga la interpretación. Para mí, la tecnología puede ayudar pero no reemplaza. 

–¿Qué es lo que más te gusta de ser traductora o intérprete?

–Además de poder conectar a personas que no hablan el mismo idioma, que me parece increíble, también es todo lo que aprendo porque tengo alumnos y personas de todas las ramas y ves al mundo enorme de posibilidades, trabajos y de cosas lindas para hacer. Al estar en contacto con ellos y ayudarlos, vas viendo cosas que por ahí uno no ve en su día a día.

–¿Creés que para ser un buen intérprete deberías haber vivido en el país en el que se habla? ¿En tu caso marcó alguna diferencia que hayas vivido en Estados Unidos?

–Sin dudas sí tuvo una diferencia el haber vivido en Estados Unidos, me dio un plus; pero no creo que sí o sí necesites vivir en otro país para poder ser un buen intérprete. Hay gente que es muy buena en los idiomas y habla perfectamente, y puede lograr lo mismo. 

–¿Una experiencia que haya marcado tu desarrollo profesional?

–Hay una charla de Steve Jobs que en una parte habla sobre que muchas veces las experiencias que tenemos en la vida no sabemos por qué las tenemos, solo cuando miramos para atrás podemos unir los puntos y entender que eso que pasó nos lleva hoy a otra cosa. Ahí cuenta que él hizo un curso de caligrafía, que quizá en ese momento le parecía divertido, pero después de ese curso él terminó desarrollando las diferentes tipografías que usamos hoy en día. 

A mí me pasó que cuando fui a Italia dos meses con mi abuela y no hablaba italiano fue desesperante para mí. Después de una semana me dije que tenía que ponerme a hablar sí o sí, porque era todo traducido por ella. Todo bien con la nona pero me parecía terrible. Cuando volví de Italia hablando italiano, no lo supe en ese momento, pero eso me marcó porque terminé armando una academia basada en la conversación. 

Todo lo que me pasó en ese viaje lo terminé usando para darme cuenta que para mí no se enseña desde la gramática sino desde la oralidad. Creo que ese viaje marcó todo lo que terminé haciendo y de lo que trabajo hoy. 


*Estudiante de la carrera de Periodismo y Producción de contenidos a distancia.

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