De padres jamaiquinos, Michail Gregory Antonio nació un 28 de marzo de 1990 en Londres. Como todo chico londinense que jugaba a la pelota, soñaba con vestir la camiseta de su país pero el destino lo llevaría por otro camino.
La realidad de Michail Antonio es totalmente distinta a sus orígenes. Se crió en Earlsfield, barrio ubicado en el sur de Londres. En su infancia y parte de su juventud, se vio rodeado de pandillas, incluso su mejor amigo falleció en un enfrentamiento de bandas. Si bien estuvo cerca de unirse a una de éstas, el fútbol fue su salvación.
Antonio, con 34 años, es el delantero del club West Ham United y llevó una vida con muchas idas y vueltas en lo social, psicológico y deportivo. Desde la infancia no lo tuvo fácil, cuando jugaba en el Tooting & Mitcham United en novena división, tuvo que trabajar como socorrista por un sueldo de 150 libras a la semana. Su madre rechazó el llamado de Tottenham Hotspur cuando él tenía 14 años, ya que no quería que descuide sus estudios. Después pasó por clubes como Reading, Sheffield Wednesday y Nottingham Forest, donde demostró su potencial. Finalmente fichó por su actual equipo ubicado en Londres.
Michail ha pasado diversas pruebas que lo llevaron a ser la persona que es ahora. Durante una entrevista para el periodico britanico Daily Mail comentó: “Un par de mis amigos fueron apuñalados hasta la muerte, incluso uno recibió un disparo ante mis ojos pero no murió. Lo he visto todo“. Ese proceso lo llevó en silencio y después le pasó factura. Su juventud en Earlsfield le marcó la vida y él pudo sobreponerse a ello. Así como en el campo de juego que con firmeza se impone a todo defensor rival.
Corpulento, explosivo, veloz, goleador y símbolo del West Ham. Uno de los ídolos de los Hammers atravesó un rejunte de malos momentos. Su forma como jugador no era la mejor, estaba en medio de un divorcio y el fútbol le gustaba cada vez menos. Él mismo contó que deseaba lesionarse, no disfrutaba jugar. Ni siquiera disfrutó la histórica final de UEFA Conference League que West Ham ganó.
El delantero de la selección de Jamaica no solo tuvo que hacerle frente a su pasado, sino también enfrentarse a su salud mental. Hoy en día, cualquier jugador que se abra y cuente sobre el cuidado psicológico es aplaudido. El foco no está en que no haya que aplaudirlo, sino en la importancia de abrirse y dar espacio a este tópico, ya que es un tema que muchas veces se trata como tabú. “Pensaba que la terapia era para locos, pero me cambió la vida”, dijo Michail en un podcast llamado High Performance.
La federación del país caribeño puso su atención en jugadores de origen británico, que tengan raíces o descendencia jamaiquina. De esta manera buscaron jugadores de la liga inglesa con el objetivo de fortalecer y darle el salto de calidad a un seleccionado de poco renombre y que no podía hacerle frente a los seleccionados que dominan la Concacaf, como por ejemplo: México y Estados Unidos. Antonio fue uno de los apuntados para que represente a Jamaica por la nacionalidad de sus padres. Pero Michail desestimó la propuesta porque él quería representar a Inglaterra. El tiempo pasaba y seguían las intenciones de los ‘Reggae Boysz’ para reclutar a Antonio, hasta que cedió.
Luego de 5 años de insistencia y de un intento fallido de integrar la selección que dirige Southgate por culpa de una lesión, el goleador histórico del West Ham finalmente accedió a representar al país de sus padres y de esta manera se calzó la camiseta de los Reggae Boyz. Por medio de esto, el 5 de septiembre del 2021, el jugador británico-jamaiquino hizo su debut ante Panamá por las Eliminatorias de Qatar. Actualmente este seleccionado cuenta con cinco jugadores en la Premier League. Ante la baja de Bailey, otro jugador reclutado de origen Premier League, Michail Antonio se erige como una de las principales figuras del conjunto de la isla. Jamaica depende de que este jugador aporte sus goles en esta Copa América.
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