El central chileno es uno de los mejores de Sudamérica, pero pocos conocen los cambios posicionales que transitó durante su formación y que le permitieron convertirse en el líder de la defensa de la Roja.
En sus comienzos en Cobreloa, Paulo Díaz se desempeñaba como delantero. A sus 11 años llegó a ser goleador en tres oportunidades en su división. Tiempo después formó parte de las Inferiores de Audax Italiano, donde fue descartado por su baja estatura. En 2010 pasó a las juveniles de Palestino, club en el cual debutó profesionalmente. Desde aquel inicio profesional en 2013 tuvo pasos por Colo-Colo, San Lorenzo y Al-Ahli, hasta que en agosto de 2019 se concretó su llegada a River.
Con el Millonario, Díaz vivió una época dorada, levantando títulos como la Copa Argentina, Supercopa Argentina y la Liga Profesional, entre otros. Nutrido tácticamente por sus variantes posicionales a lo largo de su carrera, su polifuncionalidad es uno de los aspectos que rápidamente deslumbró a Marcelo Gallardo, el entrenador que siempre confió en él a pesar de los vaivenes en sus rendimientos.
Bajo la tutela del Muñeco, demostró su capacidad para adaptarse a diferentes roles defensivos, jugando como central, lateral derecho e incluso marcador de punta izquierda. El tiempo le dio la razón: a los 29 años, es una pieza fundamental para el engranaje colectivo del River de Martín Demichelis. Defiende y juega. Tiene la cancha en la cabeza y se transformó en el líder espiritual de un equipo que lo necesita siempre concentrado y activo.
Conocido como “El Bombero” por su firmeza y rigor defensivo, Díaz se destaca por su velocidad, fortaleza, técnica y capacidad para salir jugando. Su liderazgo natural lo convierte en un referente dentro y fuera de la cancha. Sin embargo, no se limita a los clubes. Es un jugador clave de la selección de Chile. Debutó en el 2015, jugó la Copa Mundial de Rusia 2018 y la Copa América 2019.
El defensor chileno es considerado uno de los mejores de Sudamérica en su puesto. La versatilidad, la experiencia y el deseo de ganar hacen que los grandes clubes se interesen en él. Junto con Claudio Bravo y Alexis Sánchez, lideran la selección chilena. Su carrera está en constante crecimiento y sigue escribiendo su historia en el fútbol. Paulo Díaz es un ejemplo para los más jóvenes de que el talento y la perseverancia pueden llevar a un jugador a alcanzar grandes cosas, sin importar la posición en la que se desempeñe.
Agregar comentario