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Clubes deportivos barriales en riesgo: la suba de tarifas amenaza el futuro del deporte comunitario

Partido de la Escuela de Fútbol Los Humildes.

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La pasión inquebrantable y la dedicación ferviente por mantener vivo un espacio de encuentro y contención para la comunidad. Conocé la historia de la Escuela de Fútbol Infantil Comunitaria “Los Humildes” de la Ciudad de Cipolletti, Río Negro; y cómo intentar superar los problemas para no dejar a los jóvenes sin deporte.


En el vibrante corazón de nuestros barrios, los clubes deportivos han sido durante décadas mucho más que simples espacios de recreación. Estos lugares llenos de risas y el eco de pelotas rebotando han ofrecido a niños y jóvenes un refugio seguro donde pueden practicar deportes, aprender valores fundamentales y desarrollar habilidades sociales. Sin embargo, hoy enfrentan una amenaza que oscurece su futuro: la creciente subida de tarifas de servicios esenciales como la luz y el gas, un golpe devastador que pone en peligro la continuidad de estos vitales centros comunitarios.

La situación es alarmante. En los últimos meses, las facturas de servicios han escalado abruptamente alcanzando aumentos desorbitantes en, por ejemplo, tarifas de gas que pasaron de $73.000 a $900.000 en algunos casos. Esta embestida financiera ha colocado en la cuerda floja la estabilidad económica de numerosos clubes deportivos barriales, pilares de la comunidad que ahora se enfrentan a una batalla desigual. 

Con escasos subsidios disponibles y una marcada reducción en las donaciones, estos clubes luchan denodadamente por mantener sus puertas abiertas, enfrentando un futuro incierto que amenaza con eclipsar su vital rol social.

El impacto de un club deportivo va mucho más allá de lo visible. Lejos de ser simples espacios físicos representan un universo paralelo donde cada niño puede hallar una segunda casa, un refugio seguro que alivia las tensiones del día a día. Aquí, entre los campos de juego y las canchas, se teje una red de amistades duraderas y se forjan vínculos con mentores que guían e inspiran. 

El deporte, como maestro incansable, no solo fortalece los músculos sino que enseña el valor del trabajo en equipo, fomenta la perseverancia ante la adversidad y cultiva una autoconfianza robusta. 

Estudios rigurosos confirman que los jóvenes comprometidos con actividades deportivas no solo obtienen mejores resultados académicos, sino que también están menos inclinados a caer en conductas de riesgo, abrazando en cambio un camino de superación y logro personal.

La psicopedagoga Laura Collavini señala que tanto el deporte como el arte son “parte muy importante” del desarrollo del ser humano. “Cuando el deporte se hace en sociedad y se interpreta como algo lúdico y no solo competitivo permite la expresión del cuerpo y la construcción de las personas al relacionarse con el otro”, explica y sigue: “Es un encuentro que transforma, que empieza a poner a quien lo practica en un lugar de comunidad y desarrolla el sentido de pertenencia por lo que su pérdida significa el dejar de lado una parte importante de las infancias”.

El impacto de las subas de tarifas en los Clubes deportivos barriales

Víctor Caliva, presidente del Club Academia Deportiva del Fuego (ADEFU) en la Provincia de Tierra del Fuego, compartió su preocupación por los tarifazos en mayo de este año. “Esta situación nos pone en un lugar muy difícil porque nos hace inviable sostener este espacio para tanta cantidad de gente porque no podemos trasladar de un mes a otro a la cuota porque el diferencial fue de un millón de pesos la diferencia”, declaró a El Diario Ar. 

El Club Academia Deportiva del Fuego no es la excepción. Muchos clubes en todo el país están enfrentando problemas similares. En la localidad de Cipolletti, Provincia de Río Negro, funciona hace más de 30 años la Escuela de Fútbol Los Humildes que cuenta con más de 100 niños que practican el deporte. 

Su fundador, Nicolás Jaime, expresó las dificultades que atraviesan por la suba de servicios: “Todos estos cambios los venimos sintiendo, sobre todo con la planificación de cara a los meses fríos. Nosotros alquilamos un lugar por cuatro o cinco meses y todas esas subas se trasladan al precio”. 

Y, al respecto de esto, comentó que tuvieron que recortar los horarios porque entrenaban de 18 a 20 horas pero a las 18:30 horas hay que prender las luces del predio. “Ese aumento se nos trasladó a nosotros”, agregó. 

Lo que distingue a este club barrial es la pasión inquebrantable de quienes lo componen: una dedicación ferviente a mantener vivo un espacio de encuentro y contención para la comunidad. A lo largo de los años, la Escuela de Fútbol Los Humildes ha sido un faro de esperanza y oportunidad, impulsando la carrera de jóvenes deportistas que hoy brillan en distintas ligas. 

Pero, su impacto va más allá del campo de juego. Los entrenadores con una mezcla de rigor y cariño no solo enseñan técnicas futbolísticas, sino también valores fundamentales como la solidaridad, el esfuerzo y el respeto.

“Esperemos que con estos cambios los clubes no sufran mucho. Hay algunos que subsisten con el aporte de cuotas y, si bien uno puede becar a un porcentaje de los chicos, hay cuotas sociales que han tenido que pasar de $2.000 o $3.000 pesos a $10.000 o $15.000 por mes”, lamenta Jaime y agrega: “Imaginate lo que significa eso para una familia que tiene varios hijos y que encima tiene que trasladarse de una lado a otro en auto o colectivo”.

Los padres y madres de los niños que asisten a este club también expresan su preocupación. La mayoría son madres solteras y sus hijos pasan la mayor parte de su tiempo libre allí, aprendiendo y creciendo en un ambiente sano y positivo. Les resulta difícil poder imaginar lo que sería de ellos sin este espacio. Cada entrenamiento, cada partido y cada victoria compartida se convierten en capítulos de una historia de superación y comunidad.

Los Humildes juegan en San Juan
Grupo de la Escuela de Fútbol Los Humildes previo a viajar a un torneo.

Los niños también manifiestan que el club “no es solo un sitio donde practican fútbol y se divierten, sino también donde han hecho amigos y han aprendido importantes valores como la cooperación y la disciplina”. Para muchos es su segundo hogar y, a través de sus palabras, se percibe la angustia y el desconsuelo de quienes temen perder un espacio que significa tanto para muchos jóvenes de la comunidad.

Buscando soluciones para los clubes barriales

En medio de esta crisis, los clubes deportivos barriales no se rinden y buscan alternativas creativas para generar ingresos adicionales. Con el espíritu de comunidad que los caracteriza, han comenzado a organizar eventos y campañas para recaudar fondos. Estas soluciones, de todas maneras, son a menudo paliativos temporales que no resuelven el problema de fondo.

No obstante, los dirigentes de los clubes hicieron un llamado a las autoridades y a la sociedad en general para buscar soluciones sostenibles que permitan mantener estos espacios vitales para la comunidad. En este sentido, el Municipio de Río Grande presentó un amparo judicial para frenar los aumentos. “Cada entidad en nuestra ciudad cumple un rol fundamental de contención y desarrollo, y debemos protegerlas”, expresó el intendente, Martín Pérez.  

La acción del intendente tenía como objetivo detener los tarifazos plasmados en las facturas de gas que las consideró “impagables” y que “golpean a quienes más lo necesitan”.

Imagen

Firma del amparo colectivo entre los municipios de Tierra del Fuego.

El futuro de los clubes deportivos barriales pende de un hilo y con él, el corazón vibrante de nuestras comunidades. Estos espacios que han sido testigos de innumerables historias de superación, amistad y crecimiento personal, enfrentan una amenaza que no podemos ignorar. Actuar con urgencia se convierte en una necesidad imperiosa para proteger estos baluartes de inclusión y desarrollo.


*Estudiante de la carrera de Periodismo y Producción de contenidos a distancia.

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