La Selección argentina Sub 20, dirigida por Damián Stazzone, se coronó campeona del torneo Liga Evolución del Futsal, que se disputó del 31 de agosto al 4 de septiembre en Paraguay. Nicolas Rosental, autor de cuatro goles a lo largo del campeonato, conversó con ETERDigital.
Con cada nueva victoria del seleccionado argentino, el futsal se hace más popular. En este deporte hay algo que comparten todos los clubes: las inferiores. Son cada vez más los jóvenes que salen de la cantera de sus equipos y llegan a debutar en primera. Como Nicolás Rosental, una de las nuevas figuras del futsal local, de tan sólo 18 años.
Vestido con un conjunto de Pinocho, el número diez de la primera del equipo del barrio porteño de Villa Urquiza, camina relajado, con las manos en los bolsillos como si el club fuera su casa. Nos conduce por un largo pasillo, que recorre todas las actividades deportivas y al ver que el bar estaba repleto, nos guía hacia una mesa casi abandonada, alejada de los gritos y el correteo de los chicos del club.
La Selección, un sueño hecho realidad
Las anteriores generaciones en la Selección no estaban tan equipados ni tenían las comodidades que ustedes tienen ahora, ¿Qué se siente poder ver por vos mismo cómo el deporte evoluciona?
Me pone muy contento, las comodidades que tenemos ahora hacen la diferencia. Antes los jugadores entrenaban en la cancha de un club como puede ser la de Boca y ahora contamos con el predio de Ezeiza que es muy lindo y eso genera otra satisfacción. También cuando llegamos ya tenemos la ropa lista para usar, nos hacen la vida más fácil la verdad.
¿Qué se siente que te hayan elegido para representar a la selección?
Antes de contestar la pregunta hace una leve sonrisa e infla el pecho, y emocionado dice: “Es un orgullo enorme representar a mi país, espero poder dar lo mejor de mí para quedar entre los mejores 18 y representar la celeste y blanca de la mejor manera posible”.
¿Cómo te enteraste que fuiste seleccionado?
Primero llegó un mail al club, y ellos una semana antes de que oficialicen la lista me dieron la noticia. Cuando llegué a mi casa me puse a llorar. Mi familia está muy orgullosa de mí porque saben lo que luché y lo que sigo peleando para estar ahí arriba siempre.
La mayoría de jugadores con los que entrenás en la Selección son rivales directos tuyos, ¿Hay pica ahí de anteriores partidos o son todos amigos?
No, no, representamos todos al mismo país, si ellos lo hacen mejor que yo y tienen que jugar más minutos les deseo que lo hagan de la mejor manera, somos todos compañeros y tiramos siempre para el mismo palo.
¿Pero si se cruzan?…
Si nos cruzamos ahí sí, puede ser, pero en la Selección somos todos amigos.
Pinocho, el club que lo vio nacer
Cuando ETERDigital llegó al club para la entrevista, Nico estaba viendo las categorías inferiores que jugaban fecha. Esa misma noche jugaría un partido muy importante contra América del Sud, uno de los punteros invictos en el torneo, pero eso no le impidió atendernos y hablar de su carrera y del prometedor futuro que le espera.
¿A qué edad empezaste a jugar al futsal?
Desde los 6, siempre jugué en Pinocho, entré en octava división (10, 11 años) y no me moví de acá, la verdad siempre me sentí muy cómodo. Empecé en Pino porque mi hermano y mi viejo jugaban al fútbol y al básquet, y el club era muy familiero antes, entonces generalmente toda la familia hacía alguna actividad en el club.
¿Cuántas veces entrenan a la semana? ¿Cuántas horas?
Entrenamos todos los días dos horas, generalmente hacemos primero físico una hora y después vamos a la cancha.
¿Tenés sponsor para los entrenamientos? ¿Te dan material de entrenamiento?
Si, para los entrenamientos tenemos sponsors, Joma nos da bastantes materiales para entrenar que son muy buenos. Pinocho con el tiempo va mejorando esas cosas que quizás antes estábamos medio flojos pero de a poco tenemos más materiales y mejor gimnasio.
Uno de sus compañeros de equipo, el jugador con la camiseta nº6, es Fernando Wilhelm, uno de los jugadores más históricos del futsal argentino. Capitán de la Selección Campeona del Mundo en 2016 y ganador de las Copas Américas en 2003 y 2015 y ya con 40 años, llega al final de su carrera en Pinocho.
Teniendo a jugadores muy experimentados como Wilhelm, y que la mayoría te saca edad ¿Hay una distinción en el vestuario? ¿Te tratan de pibe o de igual a igual?
La verdad es que siempre me trataron bien, me respetaron siempre. Fer (Wilhem) me ayudó muchísimo también en cosas más técnicas como movimientos dentro de la cancha.
Con 18 años sos el segundo goleador del torneo de primera ¿Qué significa para vos esto?
La verdad es que es un orgullo muy grande para mí, porque la peleo desde chico, me entreno todos los días y es el fruto de todo el esfuerzo que vengo haciendo hace muchos años.
Hoy jugás contra América del Sud ¿Cómo te concentrás antes de jugar un partido?
En el día trato de estar en casa, no tener distracciones, comer con mi familia.
¿Y la noche anterior?
(Se ríe) A la noche no se sale, no se toca nada, a las 11 en la cama y a pensar para el otro dia.
¿Y el equipo cómo se prepara? ¿Para cada equipo buscan o entrenan cosas específicas o es más general?
Depende del equipo y cómo le vamos a jugar, generalmente el día anterior al partido hacemos scouting, que es fijarse en repeticiones o grabaciones de partidos para ver cómo juega el otro equipo. Por ejemplo, la fecha contra Villa La Ñata, sabíamos que jugaban mucho el 1vs1, entonces en toda la semana entrenamos marcar en rombo para que no puedan jugar cómodos. Teníamos que hacer ese partido y creo que lo hicimos muy bien para sacar adelante y llevarnos los tres puntos.
Tantos años que llevás jugando en el club ¿Qué es Pinocho para vos?
Es mi vida, es el club que amo, ojalá que en mi etapa pueda ganar algo y ser muy importante porque la verdad me dio todo, lo amo mucho- termina diciendo con una sonrisa que muestra el amor que le tiene a la camiseta verde y blanca.
¿Qué dirías ante una propuesta para jugar al exterior?
Me pondría a pensar, es muy difícil porque tengo que dejar todo de lado acá, pero es uno de mis objetivos que tengo planeados y la verdad sería un orgullo poder algún día jugar afuera en una de las mejores ligas.
¿Cómo ves al futsal de acá a los próximos años?
El futsal está creciendo mucho, cada vez se ve un poquito más, ahora hay dos o tres partidos que salen en la tele y cada vez se nota más el crecimiento desde que salimos campeones del mundo. Y la verdad que es muy bueno y a mi me sirvió un montón porque muchos chicos no tuvieron la misma oportunidad que nosotros ahora, así que tengo que aprovecharlo al máximo.
Luchando por un sueño
Tener 18 años y jugar a un nivel tan competitivo tiene sus partes malas, Rosental cuenta todo el sacrificio que tuvo que hacer para poder llegar a lo más alto del futsal argentino con tan poca edad.
¿Estudias? ¿En qué año estás?
Sí, estudio Profesorado de Educación Física en la ISEF (situada en el barrio de Nuñez), estoy cursando el primer año, en el turno tarde-noche.
¿Es difícil estudiar y jugar al mismo tiempo?
Si te ordenas bien los horarios no hay dificultad, el problema ahí es que para la mayoría de materias tengo que poner el cuerpo y quizás a veces no lo hago porque también me tengo que cuidar.
¿Cuál es tu sueño?
Mi sueño siempre fue debutar en Pinocho pero ya lo tengo cumplido, otro era jugar a la Selección y estoy preseleccionado. El sueño más top que tengo es el de irme afuera que creo que es el que tengo que cumplir si o si en mi carrera- se lo ve muy confiado de que eso va a suceder.
¿A qué cosas tuviste que renunciar para jugar al futsal?
Muchas, imaginate que varios amigos no me invitaban a sus cumpleaños porque sabían que les iba a decir que no porque al otro día jugaba o entrenaba. Eso lo sufrís, pero siempre sabés que es para tu bien.
¿En tu tiempo libre qué haces?
Entreno, voy al gimnasio que tengo un personal training, estudio, descanso, lo que pueda meter.
¿Quién es la persona que más te ayudó para llegar a donde estás ahora?
Mi familia, mi viejo, mi hermano y mi vieja siempre me apoyaron en esto del futsal. Entendieron que yo tenía como primera opción el deporte y como segundo el estudio, por ejemplo, sabían que si tenía partido el domingo, ese día no estudiaba. La verdad que me respetaron en esa decisión y siempre sentí el apoyo de ellos.
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