Inicio » Tano Santarsiero: de la tribuna al micrófono de sintonía monumental

Tano Santarsiero: de la tribuna al micrófono de sintonía monumental


Compartir

Relator y conductor de “Sintonía Monumental”, con 15 años de experiencia siguiendo al millonario, comparte los desafíos de liderar una transmisión independiente en el tiempo.

“El sueño de seguir a River por todos lados”. Desde mediados de 2009, Hernán “El Tano” Santarsiero se ha convertido en una de las voces más representativas del Club Atlético River Plate al relatar cada uno de sus partidos. 

Acompaña al equipo del cual es fanático desde 2009 por sus propios medios: creó la marca “Sintonía Monumental” para ponerle voz a los partidos de manera independiente y en 2015 creó su propio canal en YouTube. Allí comparte contenidos periodísticos sobre el millonario y, en la actualidad, tiene más de 61 mil seguidores con un caudal de 9.991.970 vistas. Además, tiene una tira que va de lunes a viernes de 19 a 21 horas. “Uno siempre intenta ser profesional, combinando pasión y vocación”, cuenta. 

-¿En qué momento “Sintonía Monumental” pegó el salto en el número de oyentes? 

Sin lugar a dudas, pasé de hacer una transmisión partidaria para unos pocos a ser parte de una transmisión reconocida en el mundo de River el día del “Ramirazo”. Ese día River ganó 2-1 en la agonía del partido con el gol de Ramiro Funes Mori, devolviéndole al rival de toda la vida un poco de su propia medicina. 

Fue el 30 de abril de 2014 en la cabina 1 de su estadio. Esto fue captado por TVR y comentado por Bendita TV y programas radiales, lo que hizo que la transmisión y yo como relator, tuviéramos un boom. Sin embargo, no todo fue positivo: no me acreditaron más en su estadio hasta 2017, dejándome fuera de su cancha para vivir los superclásicos durante casi tres años.

-¿Qué encontrás de positivo en hacer público tu fanatismo por River sabiendo que te puede jugar en contra a nivel profesional?

-Nuestra palabra es en lo que la gente se apoya, te crean o no. Me parece que el periodista debe mostrarse íntegro tanto por dentro como por fuera y ser honesto. Si no sos honesto sobre el equipo del cual sos hincha estás fallando en algo fundamental, con lo importante que es para un periodista deportivo el cuadro de fútbol. 

Considero que el periodista deportivo es un futbolista frustrado, al igual que un futbolista es un periodista deportivo frustrado. Por eso vemos a tantos ex futbolistas en programas televisivos o radiales. 

Además, tengo la sensación de que hemos avanzado como sociedad y que la gente prefiere a alguien honesto que dice de qué equipo es hincha, en lugar de alguien que miente sobre sus preferencias. 

-¿Qué es lo principal que buscás transmitir al oyente que escucha tu programa o sigue tus relatos en cada partido?

-La verdad, siempre la verdad. Me indignaba ver a relatores en un estudio afirmando que estaban en tal o cual estadio, ciudad o provincia, y no era así. Me molesta mucho la falta de honestidad. 

Sé que muchos periodistas se dejan influenciar por representantes para poder hacer una diferencia económica, y a partir de ahí faltan a la verdad o exageran. Por eso, trato de transmitirle a la gente siempre lo que siento, lo que pienso, lo que sé y lo que veo. 

-Seguís a River en todos los partidos de forma ininterrumpida desde hace 15 años, ¿cómo hacés para sostener tu trabajo? 

-El día que no lo disfrute más, lo dejaré de lado. Tengo un trabajo que me sustenta económicamente, ya que el programa no me genera ingresos. Las publicidades durante las transmisiones cubren los costos de los equipos, viajes y otros gastos que surgen. Esto es parte del sueño de seguir a River por todos lados

En los primeros años ponía plata de mi otro trabajo para mantener “Sintonía Monumental”, en los años intermedios logré empatar costos y en el último tiempo puedo decir que ya no pierdo aunque seguir a River implica muchos viajes y gastos.

Quizás la gente no lo sabe pero, por ejemplo, en el Mundial de Clubes de 2015 cuando River fue a Japón tuvimos que pagar los derechos de transmisión que costaban 10 mil dólares. La persona que manejaba los derechos en Fox conocía nuestra historia y accedió a que pagáramos el 50% y el resto lo hiciéramos en canje. 

Me asocié con un comentarista que no era el mío. Mi comentarista entendió la situación y terminamos pagando 2.500 dólares cada uno. Además, conseguí un auspiciante que cubrió mi viaje, lo que nos permitió transmitir. Lógicamente, terminó el partido y me largué a llorar porque yo fui a relatar a River Campeón del Mundo desde Japón, frente al mejor Barcelona de todos los tiempos.

-Además de ser la cara visible, el conductor del programa semanal y de la transmisión, y también el relator de los partidos, ¿qué otras funciones tenés que cumplir para poder llevar a cabo una transmisión independiente como la que tenés?

-Hago varias cosas: soy operador técnico en el estadio, vendedor de publicidades y entrevisto a los nuevos integrantes del equipo; además, soy relator, conductor y productor. Es un poco echar el centro e ir a cabecear. Todo esto, lógicamente, me agota física y mentalmente. 

-¿Cuáles son los pros y los contras de hacer todo el trabajo de manera independiente?

-Sin duda, los pros incluyen el disfrute y el orgullo de haber construido mi camino a base de trabajo. La parte negativa es que se necesitó muchísima lucha para llegar a donde estamos hoy, lo que implicó un gran desgaste y sacrificio. No obstante, el orgullo de haber recorrido este camino y disfrutarlo compensa esos esfuerzos.

Actualmente, estamos pasando momentos complicados por la sanción que estamos viviendo con Conmebol. River nos pone muchos palos en la rueda y en los dos últimos partidos me sucedió algo que no me había pasado en 15 años: no lo disfruté, lo sufrí. Siempre digo que el día que tenga que padecerlo o dejar de disfrutarlo durante seis meses, voy a colgar el micrófono.

Te sacaron la cabina en El Monumental, estás sancionado por Conmebol por haberte grabado a vos mismo durante el partido -por lo que tampoco podés relatar desde los pupitres de prensa- y te vimos relatar desde la platea como un hincha más. Ahora bien, cuando estás de visitante te suelen dar una cabina. ¿Por qué creés que en River te ponen tantos palos en la rueda para hacer tu trabajo?

-Soy el único relator que estuvo presente en absolutamente todas las copas Libertadores de América con River. No sé si hay alguien pesado atrás queriendo interponerse en este objetivo de estar siempre presentes y ser los únicos. En River, tanto la dirigencia de Rodolfo D´Onofrio como la de Jorge Brito quieren corderitos en la tribuna, en las cabinas, en el campo de juego y en el vestuario, especialmente la gestión de Brito. A pesar de que D´Onofrio no se bancó que lo haya criticado y por eso me sacó la cabina en 2016. 

Yo a lo que menos me parezco es a un corderito. Por eso, no me hacen la vida fácil ya que cuento cosas que el resto de los colegas no. Imagino que por eso River nos pone tantos obstáculos.

En cuanto a Conmebol, la sanción es completamente injusta. Reitero: si hay alguien empujando desde atrás debemos sentirnos importantes porque Conmebol se toma la molestia de atacar a un medio partidario independiente y a mi canal de YouTube, donde muestro mi cara. Esto es algo que yo vengo haciendo desde hace mucho tiempo y considero que nadie debería pagar derechos por filmarse a sí mismo. 

Comprendo los derechos televisivos del partido y entiendo que no filmé el partido en sí. Incluso puedo aceptar que no se pueda filmar a la tribuna, ya que se estaría mostrando el contexto del encuentro. Sin embargo, creo que es totalmente razonable poder grabarse a uno mismo con una pared de fondo, que podría ser cualquiera. Me parece una verdadera locura que esto no sea permitido. 

Por otro lado, me pregunto quién estará atrás de esto, impidiendo que hagamos nuestro trabajo como lo venimos haciendo hace tanto tiempo. 

-Sos el autor de la conocida canción “Como te duele la cola… desde el 9 de diciembre”, ¿qué te produce escuchar a un Monumental lleno cantarla?

-Lógicamente se me pone la piel de gallina, siempre me produce emoción. Aunque me llegó mucho el día del superclásico en el Monumental, la vez que llegué a las lágrimas fue en Lima, Perú, durante la final de la Copa Libertadores de América. Cuando la escuché sonar en el estadio se me vino la imagen de mi vieja y fue como esa frase histórica de “Mamá, llegué”. 

Llegar para mí es eso, que tu gente esté cantando una creación tuya. Económicamente no me dejó un peso, pero lo que gané es alimentar mi corazón. Creo que eso paga todo.


*Estudiante de la carrera de Periodismo Deportivo a distancia.

Además en ETER DIGITAL:

De la cuarta división de EEUU a salir campeón con Messi

Argentina bicampeona de Sudamérica en 1959


Compartir