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Aikido visual: el arte callejero de Neuquén


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Una corriente que crece y se multiplica en las paredes de la ciudad. Desde la crisis del 2001 a la actualidad, los artistas neuquinos unidos con un mismo propósito: que se den a conocer las demandas del pueblo argentino interviniendo el espacio urbano.  


Las paredes hablan, desbordan de información, colorida, convocante, instituyente, resistente. Transmiten emociones. Dan a conocer demandas colectivas. Abren los ojos, amplían miradas, sacuden la rutina de una ciudad que sigue creciendo al ritmo de Vaca Muerta. 

Ni las frías mañanas, ni los fuertes vientos que soplan en estas épocas del año en la ciudad de Neuquén pueden con la tenacidad de estas jóvenes artistas que se encuentran al calor del sol junto a sus compañeras de escuela. Se saludan, se abrazan, comparten mates, risas y charlas mientras se preparan. La explanada del monumento a San Martín se transforma en el centro de organización de la jornada.

Micaela abre su mochila y saca aerosoles, radiografías, hojas impresas con pañuelos, y banderas palestinas. En el piso ya hay una lata con engrudo y unas latas con pintura negra, roja y blanca; también hay pinceles de distintos tamaños y guantes. Mira a Ayelén y dice: “Creo que tenemos todo, manos a la obra”. 

“Soy trabajadora de la cultura, docente de artes visuales, militante anticapitalista y feminista”, se presenta Micaela Moon quien, junto a un colectivo de artistas, interviene el espacio público de la ciudad de Neuquén. Ellos y ellas acompañan las movilizaciones, dejan a su paso verdaderas obras de arte. “Sabemos que no van a durar mucho pero la calle es el espacio que elegimos para exponer nuestra obra”, dice al mismo tiempo que sacude un aerosol. 

Ser parte de algo más grande que ella misma le da seguridad y felicidad a Micaela, es en ese “nosotros, nosotras, nosotres” al que le dedica su tiempo, su energía, su arte. Es que así es el arte callejero: un arte colectivo, sin nombres propios.  

“La intención de quienes hacemos arte callejero es sacar el arte de las galerías, del espacio del museo, de los lugares institucionalizados donde supuestamente está el arte”, comenta orgullosa y agrega: “Intervenir las calles hace que el arte sea accesible, gratuito, que todas las personas puedan ser parte de la obra”. 

Es en este sentido que la artista neuquina enfatiza: “Es radical y hasta revolucionario poder sacar una obra de arte a la calle. Cuestiona el status quo, la naturalización de las cosas. Genera una conexión directa entre el espectador y la obra o entre el espectador y el artista”. 

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Es 3 de junio de 2024 y desde hace nueve años que el movimiento de mujeres hace oír su grito de Ni Una Menos a lo largo y ancho del país. Micaela y el colectivo de artistas al que pertenece eligieron rendir homenaje a la cofundadora de Madres de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas y levantar una de sus banderas de lucha en defensa del pueblo palestino.  

Aikido visual, graffiti activista-graffiti artístico, stencil, stickers, afichismo y muralismo son diferentes técnicas y estilos que, como colectivo de artistas, usamos para intervenir el espacio urbano”, cuenta Micaela mientras sigue la marcha por la vereda en busca del próximo cartel para intervenir. 

El aikido visual del que habla es la forma que tiene de nombrar la intervención sobre carteles o sextuples con publicidades en las calles. Así ya lo nombraron hace más de 20 años otros colectivos de artistas en la provincia. 

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El artista plástico Matías Giusti es uno de los que empezó a usar este concepto tomado del arte marcial japonés. “El aikido, lejos de buscar la violencia, se utiliza para conducir la fuerza del agresor en su propia contra, incluso derrotando a un adversario del doble de su tamaño”, explica. 

“En este caso, el enemigo no es uno solo”, continúa y sigue: “Son el poder económico y político que invade a gusto y placer el espacio público con costosísimas propagandas a cuatro colores, iluminadas, giratorias y cientos más de variantes de alto costo, inalcanzables para los artistas independientes. Por eso, aprendimos a utilizar en nuestro favor las fuerzas del enemigo”. 

“Entonces, venimos los artistas con una brocha con engrudo y un afiche y le hacemos el aikido; y esa imagen pasa a significar algo más, pasa a tener otro mensaje”, enfatiza Matías alentando la aplicación de las bases de esa filosofía japonesa en el campo visual. 

En Argentina, las intervenciones urbanas crecieron y se multiplicaron al calor de la crisis y jornadas de lucha del 2001. Las calles fueron el medio de expresión que los artistas encontraron para exponer sus demandas y acompañar los procesos políticos y sociales de diferentes sectores de trabajadores. 

En Neuquén fue alrededor del acompañamiento a la toma y expropiación de la fábrica ceramista Zanon. “En ese entonces, el enorme potencial simbólico y material de las y los artistas comenzó a traccionar junto a la lucha ceramista desde la solidaridad. Organizamos recitales, hicimos encuentros de poesía, realizaciones audiovisuales, campañas gráficas, danzas, fusiones y acciones de todo tipo. Y en ese camino nosotros también nos fuimos construyendo como artistas”, recuerda Matías. 

A la pelea por la defensa de puestos de trabajo, el artista neuquino la asocia con el surgimiento del aikido visual. “La intervención sobre cartelería es expropiar, es quitarle el dominio, el control de la empresa de publicidad sobre la imagen”, declara y recuerda la primera campaña “Expropiación es devolución” que puso en marcha el colectivo Contraimagen junto a las máquinas de la fábrica controlada por sus trabajadores y trabajadoras. 

“La lucha de Zanon nos habilitó a pasar por encima de la propiedad sobre las imágenes, sobre los slogans publicitarios de las grandes marcas y toda su infraestructura. Expropiarlos para darles el sentido de servir a esa lucha testigo”, determinó Matías.  

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Al calor del proceso de lucha de la fábrica, arte y política se cruzaron dando lugar a nuevas sensibilidades y subjetivaciones. Hoy, diferentes colectivos de artistas, como el que integra Micaela, siguen ese camino, lo recrean y lo nutren de nuevas realidades. Usan las paredes, los carteles, las calles para dejar mensajes de libertad, solidaridad, emancipación a través del arte. Las paredes siguen hablando para quienes transiten con el andar atento por las calles de Neuquén. 

*Estudiante de la carrera de Periodismo y Producción de contenidos a distancia.

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