En la búsqueda de bienestar emocional, la sociedad ha recurrido a diversas prácticas, entre ellas, las constelaciones familiares. Sin embargo, la comprensión completa de su significado y su influencia en nuestras vidas sigue siendo un tema de debate y reflexión.
Una mujer asiste a un círculo de constelación familiar en el centro “Casa Yoga” ubicado en Villa Pueyrredón. Quiere mejorar su vínculo con su padre. Al llegar se encuentra con una facilitadora y un grupo de 10 personas. Esta mujer sabe qué va a trabajar con ellos, pero no sabe de qué manera.
La especialista del centro pide que tres de los integrantes entren en la ronda y se ubiquen donde se sientan cómodos pero, de repente, comienzan a moverse hacia adelante y hacia atrás lentamente.
Después, ella comienza a llorar. “No puedo explicar bien qué me pasó en ese momento, pero comencé a llorar como nunca me había pasado en relación a mi padre”, recordó.
La persona, quien prefirió preservar su identidad, dijo que “cada vez que el proceso avanzaba” la facilitadora -de la constelación familiar de la que participaba- la iba guiando para encontrar “la respuesta frente al escenario que tenía delante de ella”. “Todo tenía que ver con el orden sistémico para que ‘el amor fluya correctamente’. Luego de momentos de llanto y reflexión dieron por terminada mi sesión”, compartió quien también admite que se dio cuenta cómo resolver el problema con su padre.
Testimonios como este existen varios. Se ven en los medios, en las redes sociales y en las conversaciones de la calle. Si bien, no se puede aclarar quién vivió ésta situación ni tampoco hay datos científicos ni estadísticos formales, quienes asisten todos llegan a la misma conclusión: les cambia la vida.
En una encuesta realizada en el 2022 por la consultora Voices se indica que “siete de cada 10 residentes en el país realiza o realizará actividades no convencionales para poder llevar una mejor calidad de vida”.
También, la encuesta señala que “el 70% de los argentinos se integran o integrarán en un futuro a métodos terapéuticos para mejorar su bienestar general”, mientras que el 30% no realiza ni quiere realizarlo.
Existen en la actualidad múltiples métodos terapéuticos diferentes a los tradicionales a los que cada vez más personas se acercan. Son un tanto inusuales porque trabajan desde las emociones hasta lo físico. Tales son: reiki, biodescodificación, tarot, yoga, numerología, cantos chamánicos, entre otras.
De estas, la más representativa hoy podrían ser las constelaciones familiares, que son sesiones del estilo terapéutico que se basan en “trabajar sobre la espiritualidad de las personas pero sin quitarle importancia a la medicina tradicional”.
Por su parte, Elida Mohana quien es facilitadora hace 17 años expresó: “Todos llevamos información de la historia familiar, aunque no la conozcamos. Estas informaciones son parte de un sistema familiar del que estamos incluidos”.
Las constelaciones familiares te facilitan la vida
“Las constelaciones familiares son un método terapéutico que investigó y desarrolló Bert Hellinger por el cual podemos sanar traumas, heridas propias o bien que estén relacionadas con nuestros ancestros”, compartió sobre esta práctica Mohana que realiza constelaciones familiares en el “Casa Yoga” de Villa Pueyrredón, Ciudad de Buenos Aires.
Este método fue implementado en Argentina a través de la filósofa y socióloga Tiiu Bolzmann que en 1999 fundó el Centro Bert Hellinger de Argentina, el cual en el 2013 cambió su nombre a Centro Latinoamericano de Constelaciones Familiares y Soluciones Sistémicas (CLCF).
Sobre esto, Mohana aseguró que las constelaciones familiares son métodos sistémico y fenomenológico: “Es fenomenológico porque trabajamos sobre algo que sí sucedió en su vida y sistémico porque todos tenemos el orden del árbol genealógico”.
Hellinger, que falleció en 2019 en Alemania -en su país de origen-, hablaba de “órdenes fundamentales de la vida”, es decir, en “los órdenes del amor” que serían el punto para llevar a cabo estos métodos para “dar el primer paso en una dirección que cambia nuestra mirada y actitud de una manera positiva y que permite vivir una vida más fácil y feliz”.
Los facilitadores al momento de realizar una sesión expresan que primero existe el orden y luego el amor en base al árbol genealógico familiar. Es decir, “si no hay orden” en el árbol genealógico “el amor no fluye”. Al mismo tiempo, los órdenes del amor serían la jerarquía y pertenencia de cada consultante y el equilibrio entre el dar y tomar decisiones.
Dentro del mundo de estos nuevos métodos existen diferentes maneras de practicarlos. Por un lado, está la constelación sistémica que trata traumas familiares y personales; por otro, las constelaciones laborales y organizacionales en donde se trabaja sobre la sostenibilidad financiera de cada consultante. Aunque también existen las constelaciones empresariales en las cuales se trabaja en casos donde las empresas tienen trabas o complicaciones para desarrollarse en el mercado.
Cristina Llaguno, facilitadora de constelaciones familiares, en diálogo con “Radio con Vos” habló al respecto de este fenómeno de pedir asesoramiento a través de esta terapia alternativa: “En Argentina hay jueces que también están estudiando, hay abogados, hay mediadores, personas vinculadas al poder judicial”. Y sostuvo que, por este método, los profesionales reconocen cuando hay un conflicto y dónde está la solución para avanzar.
La intersección entre las constelaciones familiares y la psicología
En base a una encuesta realizada para esta nota: de 30 personas entre los 20 y 50 años, solo el 52% sabe qué son las constelaciones familiares ya sea porque las practicaron o conocen sobre ellas. Más no así, nadie puede explicar realmente qué sucede en esas sesiones.
En esta misma idea, la actriz Claudia Fontán comentó en el programa No Está Todo Dicho que ella tenía nódulos en la garganta y que al consultarle a la médica sobre porque salían se sorprendió por la respuesta. “Yo ya sabía que estaba bien clínicamente, pero la médica me dice que, en general, las cosas que salen en la garganta tienen que ver con cosas que uno no dice”, expresó y aseguró que la médica “le recomendó constelar”.
Ahora bien, la medicina tradicional y las terapias alternativas, así como la biodescodificación y la psicología, ¿pueden complementarse? Mientras algunos profesionales de la psicología expresan negatividad en la eficacia de las constelaciones familiares, otros sugieren que estas prácticas podrían integrarse de manera complementaria en un enfoque terapéutico más amplio.
Romina Novello, psicóloga, es de quienes les recomienda a sus pacientes que prueben estos métodos porque “se obtienen buenos resultados”, siempre y cuando estén acompañados de terapeutas. “Si el paciente no está haciendo terapia es probable que la información de dichos métodos termine siendo dañina”, determinó.
En la misma línea, Carolina González, alumna de CLCF, expresó: “Hace un año estudio para facilitadora y para mí es un estilo de vida”. Al respecto de las consultas individuales, compartió que pueden durar una hora y media aproximadamente, ya que se trabaja con el árbol familiar de cada consultante; mientras que las grupales alrededor de cuatro horas. “Son más largas ya que cada constelación tiene un mensaje para los consultantes que participen de ella”, concluyó.
*Estudiante de la carrera de Periodismo.
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